Según las leyes de la termodinámica, cuando un cuerpo cambia de estado lo hace a
una temperatura característica que depende de la naturaleza del cuerpo y de la
presión. Son los llamados puntos de ebullición y de congelación; para el agua estos
son 100 ºC y 0 ºC a 1 atmósfera de presión.
Puesto que la presión no es casi nunca 1 atmósfera, estos puntos no serán
exactamente los previstos.
Aunque se podría analizar tanto la crioscopía como la ebulloscopía, es más fácil tanto
desde el punto de vista experimental como desde el práctico (disponer de hielo),
trabajar solo con el punto de ebullición.
Los datos de punto de ebullición y fusión corresponden a sustancias puras. No
obstante, las disoluciones sufren una variación en estos puntos, llamados descenso
crioscópico y ascenso ebulloscópico, que pueden calcularse de acuerdo con la ley:
Dt = K m donde K es la constante crioscópica o ebulloscópica, que depende solo del
disolvente y m la molalidad del soluto (moles / Kg de disolvente).
Además, si la especie disuelta se disocia en la disolución, el valor de Dt es mayor que
el previsto. Una comparación entre ambos permite estimar el grado de ionización del
soluto.
BIBLIOGRAFIA
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